La política es quizá la única profesión para la que no se considera necesaria ninguna preparación Robert Louis Stevenson

jueves, 13 de junio de 2013

El caballo de troya al reves

El primer error que presenta la idea de ética de Queraltó es querer introducirla en el mundo actual y adaptarlo a él, y encima, por la razón de que la sociedad busca  el pragmatismo y, por tanto, la ética no satisface sus necesidades o intereses. Precisamente es en esta época de tanto pragmatismo, egocentrismo y en la cual cada vez más la gente mira por sus propios fines por lo que la ética debe ser algo externo, superior, inamovible y ajeno a las circunstancias de cada momento, que fije unos valores y actos universales correctos más allá de lo que sea práctico y no puede quedar sujeta a los intereses y valores propios de cada persona, siendo estos infinitos y pocas veces comunes a los de otros individuos, para que la ciudadanía conozca en todo momento lo que está bien y lo que está mal, fuera ya de que luego cada individuo esté de acuerdo con los principios éticos y los valore más o menos. Así, la ética se convierte en el aliado que tenemos para denunciar las malas acciones, las injusticias, abusos o incluso en un plano más bajo y pueril la estupidez de determinados individuos.  Mientras que si la ética la considerásemos según la idea de Queraltó como una “mejor razón” y no una “verdad moral” desaparecería lo bueno y lo malo y pasaríamos a un bueno y malo según las circunstancias y como estas serían las de los respectivos individuos, siempre todo estaría bien y nadie podría denunciarlos porque nadie comparte las mismas circunstancias, por tanto, no es que la ética fuese inútil, sino que directamente no existiría o se dividiría en la ética de cada uno, pues cada cual actuaría según sus valores.
Por otro lado, la idea de la “equidad de valores” la considero absurda pues, ¿cómo van a tener todos los principios éticos o valores la misma importancia?¿Cómo podría valer lo mismo ganar dinero que ayudar a la gente?¿Cómo va a valorarse igual vestirse de determinada manera que respetar?¿Cómo se iba a castigar de igual manera a quién se salte un semáforo que al que mata y roba la vida  de una persona? Por supuesto que debe haber una jerarquía de valores, de hecho, en el mismo artículo el autor se contradice, pues aunque habla de la “integración armónica de los valores” también habla de la necesidad de que exista un “nicho axiológico”, que se entiende como unos valores fundamentales que están siempre en multitud de ocasiones, por lo tanto, ya no existe ni “equidad de valores” ni “integración armónica de valores” ni estupideces eufemísticas, sino que existe ya una jerarquía aunque sea más sencilla pero siempre con unos valores fundamentales por encima del resto.

Por último, el error más básico y elemental que veo a esta idea es el de la convergencia entre la ética y los intereses de cada individuo, ya que, si esto sucede, no podríamos hablar de una sociedad mejor, más solidaria, más respetuosa y tolerante. No. De hecho, podría decirse todo lo contrario, que se trata de una sociedad ruin, mezquina, egoísta y deleznable pues sus ciudadanos no se respetarían, ayudarían y cuidarían entre ellos altruistamente y por el mero hecho de que es lo correcto y lo que hay que hacer, sino porque les interesa y conviene y, por tanto, este estado ideal desaparecería en el momento en que vuelvan a modificarse los valores e intereses de la sociedad actual.
Mario Sanz Gutierrez

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